Al recurrir a libros que nos ofrecen narraciones riquísimas de la vida del Padre Eymard, nos podemos percatar de la visión que tubo, porque él concibió un instituto de sacerdotes y hermanas, laicos hombres y mujeres viviendo sus vidas en total dedicación al los valores espirituales, que son contemplados y celebrados en la eucaristía y en la oración delante del santísimo sacramento. A este respecto, que alegría tendría Pedro Julián de saber que la eucaristía es señalada como la cima y fuente de la vida de la iglesia.
Pero si nos preguntamos ¿ De donde viene este atractivo del padre, que el impulsa hacia Cristo vivo y presente en el sagrario, de modo que esta dispuesto a agotar todos los recursos para este fin?
Pienso que en él estaba el susurro de Dios llamándole a esta gran obra y todo lo que ello implica, pues en diferentes momentos de su vida, según los registros, es derramada la gracia, impulsándole hacia Jesucristo eucaristía, por ejemplo, en Corpus Christi de 1845 el padre experimenta en su alma el anhelo de ir a los brazos del buen maestro, y proclamarle como san Pablo, aunque acá es a "Jesucristo eucaristico".
A este respecto son innumerables os testimonios que nos llegan a nuestros días, y frente a estos debo comentar por ejemplo que para los fieles de Chate, quienes comentaban respecto del coadjutor (vicario parroquial) "precia mas un ángel que un hombre", ello naturalmente por el celo con que vivía al esos momentos, de modo que la gracia en el derramada era irradiada a los demás.
En definitivas, la providencia le fue tan generosa, que el también quiso corresponderle, y lo hizo como un héroe, "el campeón de la eucaristía" como un siglo después en el concilio vaticano segundo se le reconoce por parte de Juan XXIII.
En cuanto al contexto en el cual el padre Eymard estaba inmerso, había una espiritualidad reparadora, de la cual compenso a distanciarse hacia 1845, y de este modo a acercarse al amor de Cristo, el que impacto su alma, lo que e lleva a manifestar la donación de Cristo en la eucaristía , este fue uno de sus mayores deseos, el de darlo a conocer, anticipando la renovación de la iglesia, llevada a cabo por el concilio vaticano segundo.
Si decidiéramos, comentar a grandes lineas lo que a él lo impulso a fundar y a llamara a otros hombres y mujeres, nos preguntaríamos.... ¿como es esto que, por la gracia de Dios ,es manifestado el carisma eucarístico en su ser mismo y lo lleva a fundar? Frente a esto debemos ver a un padre Eymard muy humano, muy preocupado por las carencias de la gente a quien asiste: sean estos pobres, enfermos, alumnos, profesores, consagrados, gente viciada, pero por sobre todo los males del alma. Lo que lo lleva a dar soltura a la pluma, cosa que se puede leer en las obras que nos narran su vida, las tantos consejos, por lo demás, son muy cercanos a nuestras cuestiones actuales, y en muchos casos se lo valió su ejemplo de vida, al servicio del prójimo por el amor que emanaba del santísimo sacramento. Por sobre todo, destaco yo, es este amor que lo inunda y lo impulsa a compartirlo a los demás, dar a conocer a Cristo eucarístico, que este prisionero en el sagrario y nos espera, de modo que hace falta que acudamos a él, sea como laicos y también para consagrarle la vida. En este marco concluyo, destacando que para amar al señor debemos esforzarnos en que sea reciproco, lo que nos llevara a obrar y con ello la fe dará frutos y obras como ésta seguirán dándolos a través de quienes siembren , con la gracia del que envía a pescar, Jesús.